Queridas hermanas y hermanos en Cristo,

El 25 de julio es la fiesta de Santiago, el santo patrón de los peregrinos.

Una de las cosas que sabemos sobre las peregrinaciones es que habrá dificultades. ¡Como por una ley espiritual, las cosas nunca salen según lo planeado!

También sabemos por experiencia que las cosas tienden a salir bien de todos modos. De hecho, debido a que la peregrinación está en las manos de Dios, las cosas a menudo salen mejor, de maneras que no podríamos haber planeado o anticipado, debido a las dificultades.

Como resultado, a menudo miramos hacia atrás y pensamos: “¡Ojalá lo hubiera manejado mejor cuando sucedió!” Los veteranos de peregrinaciones a veces se vuelven bastante buenos en esto: sabiendo que las sorpresas van a suceder, han aprendido a hacer de los eventos inesperados un cambio hacia una confianza más profunda y la entrega a Dios en lugar de un giro hacia la frustración.

Desarrollar un mejor “cambio” cuando las cosas no salen como quisiéramos, ¡vale la pena reflexionar!

Esa fue la historia del vagabundeo de Israel en el desierto. Leímos varios episodios de ese viaje esta semana.

El pueblo es perseguido por el ejército del Faraón. Naturalmente, tienen miedo. ¿Cómo giran en torno a ese miedo? Desafortunadamente, giran en torno a quejarse: “¿Por qué no nos dejaste morir en Egipto?”

La gente está en el desierto. Naturalmente, tienen hambre. ¿Cómo giran sobre su hambre? Desafortunadamente, giran en quejas: “¿Por qué no nos dejaste en Egipto? ¡Al menos teníamos suficiente para comer!”

Estos son grandes ejemplos de cómo la Biblia usa el “contraejemplo” para enseñarnos. El cambio de Israel no se presenta como un ejemplo para que lo imitemos. Al contrario, es el ejemplo que debemos evitar. La Biblia nos pregunta: Cuando te enfrentas a una situación similar, ¿cómo puedes profundizar y hacerlo mejor que esto? ¿Cómo sería una mejor respuesta a los desafíos, un mejor cambio?

En la lectura del Evangelio para la fiesta de Santiago, los apóstoles nos dan otro contraejemplo. Santiago y Juan quieren sentarse a la derecha y a la izquierda de Jesús en Su reino. Al escuchar esto, los otros apóstoles se indignan. Jesús los reúne y dice: “¡Ese es el giro equivocado! Naturalmente, todos ustedes quieren ser grandes. Pero gira sobre ese deseo hacia el servicio en lugar de la competencia”.

Cerramos la semana con la fiesta de Santa Marta, María y Lázaro (29 de julio). Hay dos lecturas del Evangelio para elegir ese día. Juntos, dan un ejemplo perfecto de cómo podemos desarrollar nuestro “punto de giro”. En una opción, escuchamos la famosa historia de Marta y María. Naturalmente, como anfitriona, Martha tiene mucho trabajo que hacer. Pero ella pasa de ese trabajo a la molestia con su hermana. En la otra opción, Lázaro ha muerto. Naturalmente, Marta está triste. Pero ella gira en torno a su tristeza en una dirección diferente: en la fe en Jesús.

La semana comienza con el giro equivocado: el giro de Israel del miedo a la queja. Termina con el cambio correcto: el giro de Marta de la tristeza a la fe en Jesús. A medida que nos acercamos a la fecha de implementación de los cambios parroquiales como parte de All Things New y la fecha efectiva para las nuevas asignaciones de sacerdotes, ¿qué emociones naturales estas experimentando? ¿Qué giro haces sobre esas emociones? ¿Y cómo puedes aprender de los ejemplos y contraejemplos bíblicos?