La Carta a los hebreos, que hemos leído esta semana, lleva un sentimiento de emoción por las cosas nuevas que han realizado en Cristo. Creo que proporciona algunas lecciones importantes para nosotros a medida que continuamos trabajando en el plan pastoral All Things New pastoral plan.

A nivel humano, una sensación de emoción acompaña cada graduación: octavo grado, escuela preparatoria, universidad, etc. La emoción viene, curiosamente, de algo que es en parte desconocido. No sabemos exactamente qué ofrecerá el siguiente paso. Pero todavía estamos emocionados de tomarlo.

¡También hay una cierta tristeza con cada graduación, y es natural! Algo bueno se está perdiendo. Pero la tristeza no nos impide dar el siguiente paso, ¡y no debería!

En ambos sentidos, la tristeza y la emoción, Todo lo Hago Nuevo/All Things New es como una graduación.

Algo similar sucede cada vez que entramos en una nueva etapa de la vida: conseguir un nuevo trabajo, vivir solos por primera vez, casarnos o convertirnos en padres o abuelos. Estos próximos pasos van acompañados de emoción y temor. Hay emoción porque hay algo más para nosotros en la siguiente etapa de la vida. También hay inquietud. Nos preguntamos sobre los desafíos que enfrentaremos y si los haremos bien.

All Things New trae esa misma sensación de emoción y temor.

Tengamos en cuenta, también que, con todo esto, graduaciones, nuevas etapas de la vida y All Things New, no es que lo que era antes era malo. Todo lo contrario, porque lo que vino antes era bueno, pero es hora de que demos el siguiente paso. La tristeza, la inquietud y la emoción están unidas en la experiencia de la transición.

Los próximos meses traerán muchas emociones. Es importante ser deliberado en la forma en que afrontamos esas emociones. La tristeza puede salir como ira. La inquietud puede convertirse en parálisis. La emoción puede escapar de nosotros y alimentar decisiones imprudentes. Espero que podamos mantener nuestros ojos fijos en Jesús y tomar algo de sabiduría de otras experiencias de transición. Eso nos permitirá dar a cada emoción su lugar apropiado mientras nos movemos constantemente hacia lo que viene después.

La carta a los hebreos también llama nuestra atención sobre algunos símbolos importantes. Habla de Melquisedec como un sacerdote que prefiguró a Cristo. Habla del tabernáculo establecido por Moisés como un presagio del cielo. Pensemos en símbolos que pueden ayudarnos a entender la transición que estamos atravesando con All Things New, y las lecturas de esta semana nos ofrecen una bastante buena: el llamado de los 12 apóstoles (Marcos 3: 13-19).

Los 12 ya eran seguidores de Jesús. Cuando los llamó, reconfiguró sus vidas de una manera significativa. Pero Él reconfiguró sus vidas precisamente por el bien de la misión que les estaba dando.

Eso me parece un símbolo adecuado de lo que estamos y estaremos experimentando con All Things New. Ya somos seguidores de Cristo. Nuestra experiencia de vida parroquial será reconfigurada. Pero será reconfigurado precisamente por el bien de ser enviado a la misión de una nueva manera.

Sigamos caminando hacia adelante en la emoción, la tristeza y la inquietud de nuestra reconfiguración y oremos para que esté arraigada en Cristo.