Esta semana celebramos el nacimiento de San Juan Bautista, un día de fiesta inusual.

En el calendario litúrgico solo se celebran tres nacimientos. 1) El nacimiento de Jesús, el 25 de Diciembre 2) El nacimiento de María, el 8 de Septiembre 3) El nacimiento de San Juan Bautista, el 23 de Junio.

La explicación más sencilla de por qué se celebran estos tres nacimientos, y no otros, es que los tres nacimientos son diferentes a todos los demás: El de Jesús porque es Dios encarnado; el de María, porque fue inmaculadamente concebida; y el de San Juan Bautista porque fue santificado por el Espíritu Santo mientras estaba todavía en el vientre de su madre, como lo dice San Lucas en su Evangelio.

Las lecturas para el día de fiesta nos señalan cuidadosa y repetidamente este tema de “ser llamado y preparado por Dios desde el vientre materno”. La primera lectura de vigilia nos señala: “Antes que nacieras ya yo te había elegido” (Jeremías 1:5); la primera lectura del día de fiesta nos señala: “Me puso mi nombre cuando yo todavía estaba en el vientre de mi madre” (Isaías 49:12). El estribillo del Salmo para la vigilia dice: “Desde el vientre de mi madre, tú has sido mi fortaleza” (Salmo 71:6); el Salmo para el día de fiesta dice: “Tú me formaste en el vientre de mi madre” (Salmo 139:13). El Evangelio de la vigilia dice: “Él (Juan) se llenará con el Espíritu Santo desde el vientre de su madre” (Lucas 1:15). Finalmente, el Evangelio del día de fiesta habla acerca de las circunstancias especiales que rodean el nacimiento de Juan.

A medida que nos preparamos para la decisión trascendental de la Suprema Corte con respecto a la vida en el vientre materno parece adecuado reflexionar sobre este día de fiesta y sobre ese tema. Si se anula Roe vs. Wade, ¿cómo debemos reaccionar?

Pues bien, en primer lugar, pienso que podemos y debemos regocijarnos — habrá caído un precedente legal dañino. La historia de nuestra nación nos enseñó que ningún grupo de seres humanos debería ser clasificado por la ley como “no persona”. Cuando los catalogan como tal, hay consecuencias terribles para los individuos y para la sociedad y eso es cierto con relación al aborto.

En segundo lugar, pienso que necesitaremos reaccionar con determinación.

Necesitaremos una mayor determinación para acompañar a las madres necesitadas. Cualquiera que se sienta abrumada por el embarazo debería tener lugares a los que recurrir para obtener ayuda práctica. Necesitamos comprometernos para proveer esa ayuda.

Necesitamos ser más determinados que nunca para asegurar una legislación con respecto al aborto y alternativas al aborto a nivel del estado. Afortunadamente, este doble enfoque es un sello distintivo de la legislación del estado de Missouri.

Finalmente, también necesitamos ser más convincentes que nunca para mostrar las conexiones entre todos los temas que tocan la vida y la dignidad humana en la Doctrina Social Católica. La primera y más importante de ellas es la destrucción directa de vidas inocentes en el vientre de su madre, y no podemos apoyar la Doctrina Social Católica si ignoramos este hecho. Sin embargo, nuestra razón para defender la vida es más creíble — las personas nos escucharán más — cuando dejamos claro que estamos preocupados con cada tema en el cual se quebrantan la vida y la dignidad humana. La Doctrina Social Católica nos muestra cómo hacer las distinciones y las conexiones necesarias.

Si se elimina Roe vs. Wade, tendremos una oportunidad histórica para remodelar el discurso político, cosa que no será fácil, pero la Doctrina Social Católica nos da las herramientas para hacerlo. Espero que podamos aprovechar el momento.